Bienvenido de nuevo a Camino Island, donde cualquier cosa puede suceder, incluso un asesinato en medio de un huracán, que podría resultar ser el crimen perfecto. . . Justo cuando Bay Books de Bruce Cable se prepara para el regreso del exitoso autor Mercer Mann, el huracán Leo se desvía de su curso previsto y se dirige directamente a la isla. El gobernador de Florida ordena una evacuación obligatoria, y la mayoría de los residentes suben a bordo de sus casas y huyen al continente, pero Bruce decide quedarse y capear la tormenta. El huracán es devastador: casas y condominios están arrasados, hoteles y escaparates en ruinas, calles inundadas y una docena de personas pierden la vida. Una de las aparentes víctimas es Nelson Kerr, amigo de Bruce y autor de thrillers. Pero la naturaleza de las heridas de Nelson sugiere que la tormenta no fue la causa de su muerte: ha sufrido varios golpes sospechosos en la cabeza. ¿Quién querría a Nelson muerto? La policía local está abrumada por las consecuencias de la tormenta y mal equipada para manejar el caso. Bruce comienza a preguntarse si los personajes sombríos de las novelas de Nelson podrían ser más reales que ficticios. Y en algún lugar de la computadora de Nelson está el manuscrito de su nueva novela. ¿Podría estar ahí la clave del caso, en blanco y negro? Mientras Bruce comienza a investigar, lo que descubre entre líneas es más impactante que cualquiera de los giros de la trama de Nelson, y mucho más peligroso.

Welcome back to Camino Island, where anything can happen-even a murder in the midst of a hurricane, which might prove to be the perfect crime . . . Just as Bruce Cable's Bay Books is preparing for the return of bestselling author Mercer Mann, Hurricane Leo veers from its predicted course and heads straight for the island. Florida's governor orders a mandatory evacuation, and most residents board up their houses and flee to the mainland, but Bruce decides to stay and ride out the storm. The hurricane is devastating: homes and condos are leveled, hotels and storefronts ruined, streets flooded, and a dozen people lose their lives. One of the apparent victims is Nelson Kerr, a friend of Bruce's and an author of thrillers. But the nature of Nelson's injuries suggests that the storm wasn't the cause of his death: He has suffered several suspicious blows to the head. Who would want Nelson dead? The local police are overwhelmed in the aftermath of the storm and ill equipped to handle the case. Bruce begins to wonder if the shady characters in Nelson's novels might be more real than fictional. And somewhere on Nelson's computer is the manuscript of his new novel. Could the key to the case be right there-in black and white? As Bruce starts to investigate, what he discovers between the lines is more shocking than any of Nelson's plot twists-and far more dangerous.